Tras la captura de Joaquín Archivaldo Guzmán
Loera, más conocido como el «Chapo
Guzmán», quien era el narcotraficante más buscado del
mundo y líder del Cártel de Sinaloa, cabe mencionar que gran parte
de su popularidad se le dio a través de la música ya que
agrupaciones como Los Tucanes de Tijuana y Los Tigres del Norte le
ayudaron a poner su nombre en algo a través de sus narco
corridos.
Por dichos corridos, el Chapo Guzmán, logró la admiración de muchos
jóvenes y seguidores que de otra manera tal vez nunca se hubieran
enterado de su sagacidad para burlar al gobierno mexicano.
En los corridos del narco, sus compositores lo convirtieron en
súper héroe y en un ídolo bondadoso en donde sus hazañas fueron
glorificadas.
La historia de “El Chapo” Guzmán, se conoce mucho más entre los
jóvenes, por los narcocorridos que por los libros.
A diferencia a otros, “El Chapo” Guzmán es el capo, al que más
corridos se le han escrito, a diferencia de otros narcotraficantes,
no tuvo que pagar a todos, para que le cantaran sus historias.
Inspirados por esas historias, el cantautor Gerardo
Ortiz, que nació en Pasadena pero vivió gran parte de su
vida en Badiraguato, Sinaloa, revolucionó musicalmente un género
que ahora ha desplazado, entre los jóvenes de su generación, a
otros como el pop en español.
Mucho antes que el cantautor Ortiz, siguieron muchos intérpretes
que en el underground, ya cantaban las historias de los recorridos
de los narcos, pero entonces era un negocio en el que las disqueras
dominantes de la industria musical, nisiquiera tomaban en
cuenta.
Hasta hace unos seis años, sólo ciertos grupos, como Los
Tigres del Norte, Los Tucanes de Tijuana y Ramón Ayala,
gozaban del respaldo de las grandes disqueras.
Con la apertura en internet, las redes sociales, la situación de
violencia en México por el narcotráfico, la guerra entre los
cárteles y los “triunfos” de “El Chapo”, fueron tema inminente en
los narcocorridos.
Los cantantes y grupos, originarios sobre todo de Sinaloa, Durango
y Nayarit, eran precisamente los que comenzaron a cantarle a “El
Chapo”, a quien guardaban cierta admiración.
Agrupaciones como Los Tucanes de Tijuana, El Potro de
Sinaloa, Los Canelos de Durango, Las Voces del Rancho, El As de la
Sierra y Lupillo Rivera, por mencionar algunos dieron
impulso a una nueva generación de intérpretes jóvenes, que
encontraron en sus canciones identidad.
Ortiz que ha sido llamado “El rey del corrido”, Noel
Torres, Larry Hernández, El Komander, Los Buitres de Culiacán, Voz
de Mando, Los Buchones de Culiacán, Los hijos de Hernández y
Calibre 50, entre una larga lista, que no sólo
fortalecieron las hazañas de “El Chapo” y otros narcotraficantes
con sus corridos, sino que cambiaron la manera de narrar y de
componer musicalmente los narcocorridos, originado una evolución en
la industria musical.
En diversas entrevistas que La Opinión realizó a Gerardo
Ortiz, explicó que la inspiración de su lírica la tomó de
acontecimientos reales y no de una admiración por el capo.
En cambio, Noel Torres, nacido en Sinaloa y radicado en Los
Ángeles, en una entrevista reciente, comentó que tenía cierta
admiración “no al narcotraficante, ni al narcotráfico, sino que es
fascinante saber cómo una persona que salió de la nada se convierte
en alguien muy poderoso y buscado, de una manera u otra”.
“Muchas de esas personas, y aclaro no abogo por ellas, pero
muchas de estas personas [narcotraficantes] no tenían la manera de
sobresalir”, describió el cantante, en referencia a personajes
como Joaquín “El Chapo” Guzmán, de quien creció escuchando sus
historias en el rancho El Varejonal en Badiraguato, Sinaloa.
A “El Chapo” le cantan sus aventuras, sus éxitos con el
narcotráfico, sus confrontaciones con el gobierno y sus enemigos,
sus amores y sus tragedias.
Así han surgido temas como El enemigo público, El primer ministro,
El corrido del Chapo Guzmán, 50 mil rosas rojas, La fuga del Chapo,
El Chapito Guzmán y El en cuentro del Chapo Guzmán, solo por
mencionar algunos temas.
El nombre de “El Chapo” se engrandeció en los corridos. Le dio fama
pero no sólo a él, también a sus intérpretes.
La historia de este capo y de otros que trabajaban para él,
impulsaron e inspiraron una nueva manera de exponer y cantar los
narcocorridos.
La crónica que envolvía a la historia del narcotráfico, ya no se
describía con ficción. Ahora todo era mencionado “sin
maquillaje”.
Surgió entonces “el movimiento alterado” y los “corridos
enfermos”, que fue cuando en México se prohibió la difusión de
estos temas en específico, a través de la radio.
Estas crónicas cantadas son garantía de éxito. Las presentaciones
de los intérpretes de narcocorridos son las que registran mayor
ganancia.
La revista Billboard, que mide los niveles de
preferencias musicales y que tiene un apartado en español, desde
hace tres años creó una sola premiación para este género regional,
Los Premios Billboard de la Música Regional Mexicana, engalanada
principalmente por cantantes de corridos.
A partir de hoy, una nueva historia hay que contar y seguramente en
poco la estaremos cantando: La caída del delincuente que fue el más
buscando del mundo, Joaquín “El Chapo”, Guzmán.