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Decir que ya te olvidé es un mecanismo de defensa. Tú sabes que no es verdad, aunque en el fondo me avergüenza. Tengo un discurso de mentiras que hacer, que siempre me protege cuando me hablan de ti. Cuando me lo dijo una vez, ni yo me lo creí. Me lo dijo otra vez hasta que me convencí.
Borracho estoy mejor, que me hiciste un favor, que tú ya no eras para mí y ya pasó el temblor, que por fin te olvidé. Y duele que aprendí a mentir para poder sobrevivir sin ti.
Le pedí al corazón que te olvidara, y ahora que el tiempo pasó y el amor se murió, borré de mi mente tu cara.
Borré todas las fotos, mensajes de texto. Si algún día me extrañas, ya no estoy dispuesto a buscarte de nuevo. Voy a buscarte de nuevo, estoy mejor sin ti.
Me repito que no te quiero, que no hace daño verte feliz. Se lo digo a otra gente, pero solo es para vendérmelo a mí.
Si algún día te veo con otro, ya no me duele verte feliz, porque no creo más en nosotros. Lo dije, lo dije hasta que me convencí.
Borracho estoy mejor, que me hiciste un favor, que tú ya no eras para mí y ya pasó el temblor, que por fin te olvidé. Y duele que aprendí a mentir para poder sobrevivir sin ti.
Dije que borraría las fotos. Dije que nunca me arrepentí. Que no creo más en nosotros.